Terapias Alternativas

Flores de Bach

Cuando hablamos de las flores de Bach, estamos haciendo referencia a un tipo de método alternativo, el cual consiste en una terapia natural basada en la ingesta de esencias de flores silvestres.
El modo de emplear el tratamiento consiste en la administración selectiva de 38 preparados naturales, con el fin de aliviar síntomas emocionales tales como la angustia, ansiedad y estados negativos durante periodos de enfermedad.

El descubridor de las esencias florales fue el doctor Edward Bach, nació en 1886 en Mosley, Inglaterra. Fue médico, bacteriólogo, homeópata e investigador.
Edward Bach dio a conocer que la enfermedad era producto del desequilibrio o conflicto entre la personalidad y el ser espiritual, por lo cual se dedico a la búsquela de un método menos agresivo, más sutil, benigno y suave. En la investigación se encontró con el hecho de que los pacientes que se padecían la misma enfermedad poseían similitudes en cuanto a postura, forma de hablar, gestos y expresiones.
Esto lo llevó a probar con sus pacientes algunos remedios basados en flores que recogió durante su estadía en Gales. Obtuvo tan buenos resultados al prepararlos de forma homeopática, que decidió mudarse definitivamente al país, para sumergirse en el desarrollo de una nueva medicina. Es así que de forma intuitiva empieza a recoger flores que percibe adecuadas para resolver los problemas de cada una de las personalidades que ha identificado.
El método que uso para preparar sus tinturas también es novedoso, él en lugar de tomar los extractos de las flores y empezar a hacer diluciones, como se usa en homeopatía, simplemente recogió el rocío que ha quedado depositado en las flores por la mañana, y lo usó como tintura madre. Para su asombro, este rocío es suficientemente poderoso como para crear efectos significativos en las personas. Después experimentó sumergiendo algunos de los brotes de las flores en un frasco de cristal lleno de agua mineral, y dejándolos en el sol durante algunas horas, permitiendo que el sol transmita la energía de las flores al agua mineral, la cual queda convertida en tintura. Desarrolló el método empleando capullos de flores del campo, agua pura y sol.

Actualmente las esencias a base de Flores de Bach se obtienen con la decocción de flores maduras de diversas especies vegetales silvestres provenientes de Inglaterra o Gales. A esto se le añade un derivado alcohólico del vino, normalmente brandy, y se almacena convenientemente durante unos meses.
Posteriormente hay dos métodos para la elaboración de estas esencias: el solar y la decocción o hervor. En el primero cuando añadimos el brandy a las flores, el frasco que contenga la mezcla ha de estar expuesto al sol. Mientras que en el segundo, las flores han de ser hervidas en un recipiente. Los elixires se aplicarán mediante un gotero ya que al igual que en la homeopatía se tiene en cuenta la frecuencia y no la cantidad de la dosis.

Las Flores de Bach no se consumen tal cual, sino que en realidad es la tintura la que nos sirve para preparar la mezcla. Hay que mantener las esencias en un lugar a salvo de humedades y de altas temperaturas, ya que estas condiciones alterarían sus propiedades. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no aprueba su uso, el Centro Nacional para Medicinas Complementarias y Alternativas (NCCAM) la considera una terapia biológica, es decir, un tipo de medicina alternativa.
La entrega y tratamiento de flores realizada por el terapeuta, tiene que ir íntimamente relacionada con un análisis físico y psicológico, que se debe efectuar por medio de cuestionarios al paciente. Cada flor tiene como función aliviar un tipo de dolencia emotiva que puede conllevar a una posterior recuperación física, recordando el principio del doctor Bach al postular que una enfermedad tiene relación a la situación emocional de cada paciente. Por lo que se efectúa una elección de flores según el desequilibrio psicológico de cada persona.
En cualquier caso, debemos recordar que no hay flores correctas y flores equivocadas, sino flores más o menos adecuadas. En el caso de que el diagnóstico fuera incorrecto no sufriremos daño alguno. Simplemente, se cree que nuestro superconsciente identificará esa flor como innecesaria. Sea como fuere, no hay que temer que una flor inadecuada pueda provocarnos un desequilibrio que no sufríamos antes.
Dado que en su composición no poseen elementos químicos, no producen efectos adversos y en cambio pueden proporcionar acciones benéficas. Son energía, por lo tanto no producen efectos colaterales ni secundarios, ni crean adicción, porque al no contener sustancias químicas, el cuerpo no siente la 'ausencia de' ni 'se acostumbra a'. No dañan ningún órgano porque no actúan sobre ellos (Dra. Elba Garber, 2007).



Al realizar el diagnóstico y recibir una botellita con las esencias respectivas, se prosigue con un tratamiento descrito por el terapeuta, él cual dará las instrucciones de la cantidad de gotitas y frecuencia de consumo diario..
A pesar que las flores de Bach están enfocadas en solucionar problemas emocionales a personas, también se les puede atribuir a otro tipo de malestares como físicos en mujeres durante periodos de pubertad, embarazo, parto lactancia y menopausia. Se puede utilizar el tratamiento en menores sin descartar a niños recién nacidos o niños con dificultades en el desarrollo de su aprendizaje.
Como también en personas, se ha comprobado que tiene excelentes resultados en animales y plantas.
Es bien conocido que los animales tienen emocionas, y responden a cambios y situaciones estresantes como nuevos ambientes, pareja, amos, cuidadores e hijos, por ejemplo. Podemos usar las flores de Bach para ayudarlos con estas situaciones. (Flores de Bach México, 2003-2009)
Se han utilizado las esencias para palear conductas no frecuentes en mascotas. Y en plantas para enfrentar plagas o ayudar en su crecimiento.
Existen 38 remedios comprendidas en el sistema floral del Dr. Bach Estos 38 remedios están compuestos por 34 flores silvestres y 3 flores de cultivo. El último no es una flor, sino agua de manantial (Rock Water).
A pesar que su creador Bach, al que deben su nombre, era un reputado médico inglés, no hay ningún estudio que evidencie su eficacia y efectividad.